Dostoyevski y la fauna de la "transición"
Un personaje de Demonios, revolucionario puro y duro, dice cosas como éstas: “Sin despotismo jamás hubo libertad ni igualdad. Por eso la igualdad debe reinar en el rebaño”/. …/“La sed de instrucción es de por sí una sed aristocrática. Apenas se da paso a la familia o al amor, nace el deseo de propiedad. Mataremos ese deseo y fomentaremos la embriaguez, la calumnia y la delación; sumiremos a los hombres en una disipación inaudita y destruiremos en germen todo genio. Todos serán reducidos al mismo denominador: igualdad absoluta.”
Para llevar estas ideas a la práctica hace falta un ejército, y ese ejército lo componen los sentimentales – los “bobos ojitiernos” que decía el Ridruejo falangista - , los intelectuales que adulan a cierta juventud que les infunde un miedo morboso,”pues se figuran, en su ignorancia, que tiene en sus manos el porvenir de Rusia”, los “progresistas”, “cuya principal preocupación es no quedarse atrás” y, sobre todo, lo más importante: la canalla. “La canalla existe en toda sociedad, pero sólo aparece en la superficie en las épocas de transición; no persigue ningún fin; no posee ni la sombra de una idea; expresa simplemente la impaciencia y la confusión de la sociedad”. A esta canalla de la “transición” Dostoievski la enumera exhaustivamente en dos ocasiones y no hay biotipo que falte, desde la feminista hasta el maestro de escuela que hace burla de Dios en presencia de sus alumnos.
A Netchaev, discípulo predilecto de Bakunin, le hace decir Dostoievski en sus Cuadernos de notas con referencia a los políticos de la “transición”: “…han emprendido muchas reformas y con ello sólo han logrado hacernos el juego. Nadie ha hecho por nosotros más que ellos, porque con la indecisión, la debilidad de las reformas…han provocado la inestabilidad de la sociedad, la incertidumbre, la confusión de ideas, la fragilidad de las convicciones y de la fe. Al negar lo antiguo han hecho perder la brújula a los retrógrados y no han convencido…a los progresistas.”
Para llevar estas ideas a la práctica hace falta un ejército, y ese ejército lo componen los sentimentales – los “bobos ojitiernos” que decía el Ridruejo falangista - , los intelectuales que adulan a cierta juventud que les infunde un miedo morboso,”pues se figuran, en su ignorancia, que tiene en sus manos el porvenir de Rusia”, los “progresistas”, “cuya principal preocupación es no quedarse atrás” y, sobre todo, lo más importante: la canalla. “La canalla existe en toda sociedad, pero sólo aparece en la superficie en las épocas de transición; no persigue ningún fin; no posee ni la sombra de una idea; expresa simplemente la impaciencia y la confusión de la sociedad”. A esta canalla de la “transición” Dostoievski la enumera exhaustivamente en dos ocasiones y no hay biotipo que falte, desde la feminista hasta el maestro de escuela que hace burla de Dios en presencia de sus alumnos.
A Netchaev, discípulo predilecto de Bakunin, le hace decir Dostoievski en sus Cuadernos de notas con referencia a los políticos de la “transición”: “…han emprendido muchas reformas y con ello sólo han logrado hacernos el juego. Nadie ha hecho por nosotros más que ellos, porque con la indecisión, la debilidad de las reformas…han provocado la inestabilidad de la sociedad, la incertidumbre, la confusión de ideas, la fragilidad de las convicciones y de la fe. Al negar lo antiguo han hecho perder la brújula a los retrógrados y no han convencido…a los progresistas.”
Muchísimas gracias por su ayuda, Sr. Ha sido Usted de suma utilidad. Me había sido difícil encontrar ciertas citas y Usted ha provisto mi trabajo de ellas. Le agradezco de todo corazón. Que tenga un hermoso día.
ResponderEliminarSaludos de una argentina viviendo en Polonia.
En adición, querría preguntarle cómo podría conseguir alguno de sus libros, ahora me entró curiosidad... Quizás "El Mono Azul". Aquí en Polonia no se consigue muy muy poco en Español, pero quizás en Argentina encuentre, o talvez por internet, o talvez pueda comprarle a Usted directamente?
ResponderEliminarY admiro que sea escritor. Es algo que me hubiera gustado hacer, si bien lo hago pero aún no como quisiera.
Hasta pronto!