Liturgia poética
Enrique Barrero Rodríguez, además de poeta y profesor de Derecho mercantil, es un hombre de fe, de una fe envidiable, de la que brotan 35 sonetos que le edita Cajasur en Córdoba. Todos son impecables y alguno de ellos "de Lope", como se decía en el Siglo de Oro. El Indice del opúsculo, ordenado según el primer endecasílabo de cada soneto, da la impresión de ser un poema en sí. Véase una muestra parcial:
Mi lucha, mi verdad, mi Dios cercano
Escucha esta oración. La llevo escrita
Hoy pronuncio en sigilo el nombre tuyo
¿Cuándo solos tú y yo? ¿Cuántas estrellas
De tanto bracear por este río
Yo no nací siquiera. Me naciste
Mira el campo, Señor. Ha despertado...
Y así hasta el verso XXXV. Haga el lector la prueba.
Mi lucha, mi verdad, mi Dios cercano
Escucha esta oración. La llevo escrita
Hoy pronuncio en sigilo el nombre tuyo
¿Cuándo solos tú y yo? ¿Cuántas estrellas
De tanto bracear por este río
Yo no nací siquiera. Me naciste
Mira el campo, Señor. Ha despertado...
Y así hasta el verso XXXV. Haga el lector la prueba.
Totalmente de acuerdo y más viniendo de un laico.
ResponderEliminarQué prueba más sabrosa, sagaz Aquilino.
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