Entre Cádiz y Nápoles
Palabras de agradecimiento por el Premio Nacional de Periodismo José María Pemán, leídas por Juan Ignacio Varela Gilabert el sábado 26 de noviembre de 1988. El Premio lo recogieron mi mujer y mis hijos pequeños por encontrarme yo en Italia, y en Nápoles, ese mismo día. Presentes el académico Gregorio Salvador, presidente del jurado, y Rafael Alberti, titular del Premio de Poesía de su nombre.
Que un sevillano le ponga en Cádiz el paño al púlpito viene a ser a primera vista un despropósito. Es algo así como llevar agua, si no al Mediterráneo, al Atlántico. Pero a poco que se piense, ¿qué otra cosa hace Sevilla desde que se cerró el Lago Ligustino sino llevar al Atlántico, al mar de Cádiz, el agua del Guadalquivir? Hay una Sevilla que mira a Cádiz y esa es la Sevilla marinera que se mira en el río. En esa Sevilla nací yo y por eso mi corazón siempre buscaba otros horizontes en aquellos blancos trasatlánticos de la compañía Ybarra y en aquellos delgados destructores grises – mis cenicientos galgos de los mares, como los llamaba Pemán – que se abarloaban frente a la Torre del Oro.
Cuando Sevilla se me quedaba estrecha y el agua de su río me sabía a poco, fue Cádiz por donde busqué la salida y, como quiera que – ya lo dijo Juan Bautista Vico- el hombre encuentra siempre lo opuesto de lo que busca, yo estrené mi libertad al tiempo que servía a la Patria. Por la Marina vine a Cádiz y por Cádiz entré en la poesía y en Cádiz embarqué para Ultramar por vez primera. En Cádiz pude conocer a Pemán, compañero de armas de mi padre, muchos años atrás, en el cuartel de la Bomba. Pemán fue un poeta enorme – y de esto puede dar fe Rafael Alberti, vivo a Dios gracias y entre nosotros – pero un poeta discutido y por algunos negado con mezquindad. Pero hubo un género en el que nadie discutía su magisterio, y era el artículo periodístico. Por eso considero un acierto que la Caja de Ahorros de Cádiz le diera su nombre a su Premio Nacional de Periodismo. A ese premio he venido concurriendo año tras año con la perseverancia del que juega a la lotería, y debo decir que el año que más sentí perder fue el que lo hice con un artículo sobre Pemán aparecido en el Diario de Cádiz. Por fin, cuando ni el tema de mi artículo ni la publicación en que apareció me hacían concebir ilusión alguna, cambian los astros y sale mi número.
Yo a Cádiz, cantera de mi obra, le debo mucho. Por si fuera poco, ahora viene y me da un premio que era yo quien tenía que dárselo a ella. Muchas gracias.
Qué emocionante agradecimiento. De premio.
ResponderEliminarEn este mes de julio he estado en Zahara, Cádiz, El Puerto de Santa María y este domingo corrí/andé por la playa y sus calas desde las 6:30 hasta las 9 desde La Barrosa hasta la Fuente del Gallo, al estudio de un artista amigo. Doy fe que Cádiz es especial por lo que ENHORABUENA por aquel premio.
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