Contrapropaganda abstencionista


Sólo un partido de masas puede echar a un partido de masas. Votar a un gropúsculo químicamente puro con ínfulas de partido bisagra es lavarse las manos en la palangana de Pilatos. Como vuelva a ganar el contubernio rosa-separatista gracias a las abstenciones y las subdivisiones nos vamos a enterar de verdad los católicos en primer lugar de lo que vale un peine. La alternativa al "mal menor" es el mal mayor o, dicho con palabras de Baldomero Ulianov (a) Lenin: Cuanto peor tanto mejor.

Comentarios

  1. Personalmente (y me confirma lo que está ocurriendo en cuanto a la línea del PP a partir de mayo de 2008), creo que el contubernio mentado agrupa por igual tanto al partido en el (des)gobierno como al partido en la ¿oposición?

    Tengo serias dudas de que el partido de Rajoy, Arriola (y su señora la lenguaraz Villalobos), Gallardón (multador implacable de manifestaciones antiterroristas -la del pasado noviembre- y de hosteleros poco afectos a las homobodas), Oyarzábal (más comprensivo con Eguiguren que con María San Gil), Camps (fomentador del pujolismo a la valenciana) y Sánchez Camacho (que amonesta a sus retoños si no hablan catalán con el denuedo suficiente) vaya a luchar decididamente contra lo que no está luchando desde hace ya casi tres cuartos de lustro. Otra cosa es el voto casuístico al PP (ideal para unas elecciones como éstas, municipales y autonómicas) tratando de fomentar la línea de quienes hoy parecen disentir de la cúpula propiciada por Rajoy.

    Uno está unido a la cosa cristiana por el hilo heterodoxo y outsider de una Simone Weil o un Emmanuel Mounier así que no voy a competir en papismos con nadie, puesto que la disciplina vaticana no me atañe ni me quita el sueño. Me limito a comentar como mero observador de dobles lenguajes y de reyes que van encuerados por más que lo nieguen. Si el propio Vaticano eligió a Lara (el de Antena 3 y su telebasura no muy diversa de la de Tele 5, el coaligado con Roures, en cuya cadena La Sexta el Follonero volvió hace escasos días a repetir la gracieta de Carod con la corona de espinas) para sacar su edición española de L'OBSERVATORE ROMANO y cuando la COPE (tras la salida de los hayekianos a machamartillo hoy en LD/ESRADIO) hoy no se ha vuelto más ortodoxa sino todavía más ambigua (como ese oscuro tejemaneje con Tele 5 a propósito del cronista deportivo Abellán, amén de haber abrazado aún más el amarillismo lúdico/berlusconiano de Pedro J), si los responsables de la Iglesia Catalanista no han sido llamados a capítulo por Roma sino que siguen campando a sus anchas a más a más, pues si todo esto es perfectamente admisible por la Iglesia, todos contentos (sarna con gusto no pica).

    Pero no veo diferencia apreciable entre el PSOE, el PP (al menos, su camarilla dirigente) y la posición de la Iglesia respecto a España (al menos, en sus aspectos más mediáticos y empresariales). En fin, como no me corresponde a mí jugar a Leon Bloy (este puesto ya lo ocupa -en clave de farsa- el orondo Juan Manuel de Prada, tan amigo de la -al parecer, muy piadosa- pitbull del PSOE María Antonia Iglesias -supongo que tan hija de la actual Ciudad de Dios como los obispos catalanes antes mentados-) pues corto y cierro.

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  2. Leyendo a Montanelli me encuentro con este diálogo que (me temo) se puede aplicar bien al tema que nos ocupa.

    —Esta es la primera vez —dice— que la Democracia Cristiana corre un riesgo verdadero de ruptura. Y ya puedes imaginarte qué drama supondría.
    —Supondría un drama —digo— si la DC fuera realmente un dique contra el PCI. Pero si no sirve para eso, ¿para qué sirve?
    […]
    Forlani se queda una hora más intentando convencerme en vano.

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  3. Meno male che c'era una vecchia conoscenza del Montanelli, il Cavaliere Berlusconi. Doveva essere proprio lui a venire alla riscossa. La Democracia no da más de sí.

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  4. La Orgánica (más allá del eufemismo franquista -que apenas pasó de la cáscara: y, pese a todo, menuda cáscara en comparación con lo que hay...-), da de sí, incluso de también. Si empezamos a verla como expectativa, claro. Seriamente.

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  5. pinza en nariz, prefiero blandos equidistantes a hideputas convencidos.
    Si ya están haciendo lo que les peta imaginese el lector si ganan otra vez.
    pinza en nariz...

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  6. Como van a ganar sí o sí podremos comprobar si esa blandura es equidistante o es continuación de lo existente (¿cambiará la relación del gobierno central respecto a País Vasco y Cataluña? ¿se investigarán hasta el final todas las tropelías perpetradas por el PSOE desde marzo de 2004 hasta la fecha?). El Expediente X (a mi modesta percepción, fleco del 11M) que llevó a Rajoy a cambiar de línea a partir de mayo de 2008 me parece que es algo bastante más sustancial y ominoso que el cambio de rumbo (en sentido inverso en aquella ocasión -esto es, de centroizquierda a centroderecha-) que imprimió Calvo Sotelo respecto a Suárez tras la juerga febrerista de los tricornios

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  7. Yo no estoy del todo seguro de que lo más patriótico sea votar a un partido que, como el PP, está neutralizando todos los contenidos políticos de nuestra vida colectiva. si de patriotismo hablamos, lo mejor sería votar al PSOE, confiando en que desapareciera de esta forma, llevándose por delante la derrota al PP. Pero esto no es realista. Hay dos posibilidades: o votar partidos con un sentido político fuerte (si es que hay alguno en España, que lo dudo: todos tienen un discurso muy limitado: o católicos, o antiimpuestos, o defensores de las clases medias) o abstenerse. En este caso, lo decisivo no es la abstención en sí, sino la lucha por la interpretación del porcentaje de electores abstencionistas.
    En fin, si de mi voto dependiera la victoria del Sr. Valcárcel en Murcia las próximas elecciones, ese día me iría con mi familia al campo.

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  8. Polémico asunto, ya se ve. Yo repito mi tesis de siempre: el PSOE tiene como prioridad un proyecto antropológico y social cuyas características estan a la vista; sólo después, gobernar. El PP tiene un proyecto de gobierno y pasa de ingenierías sociales.La mayoría pasa también de valores y esas cosas, pero al menos puede ser más permeable a una presión social en sentido cristiano... o simplemente humano. La solución al desmadre no saldrá de las urnas, pero pueden ser una baza.

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  9. La actitud de Pilatos no la veo en los que no quieren respaldar la política entreguista del PP. Más bien en quienes creen que frente a Caifás sólo existe Pilatos.

    "Y viendo Pilatos que nada se adelantaba, antes se hacía más alboroto, tomó agua y se lavó las manos delante del pueblo diciendo: Inocente soy de la sangre de este justo; vedlo vosotros".


    Para muestra, un botón: http://www.youtube.com/watch?v=q0mcs7bnYXw

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  10. Haganme caso... ¡pinza en nariz!
    Que como bajemos la guardia nos la meten doblada.

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  11. Me parece interesante esta entrada para saber quién dobla y/o es doblado por quién (en este mundo traidor, etc, etc -para gustos, lentillas de colores-).

    Sigo reafirmándome en mi primer comentario.

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  12. No le falta razón cuando desconfía del de la barba... lo absurdo sería no hacerlo. Sin embargo yo hablo de otra tema.
    En mi Cataluña natal hace mucho tiempo que las decisiones se toman por el voto del veinte por ciento escaso de la población.
    Cuando hay que jugar a esta cosa, simplemente no van.
    Me pregunto si esa masa silente de votos no hubiese impedido muchas tropelías... o hubiesen acaso animado a alguien decente a presentarse a esta historia.
    ¡Ojalá hubiese alguien en España a quien votar!

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  13. Yo creo, desde mi foraneidad, que todo el Levante español (lo de español es ya casi eufemismo) está básicamente marcado por la corrupción y la cleptocracia: el catalanismo es más excusa para el pillaje que una piña "volkisch" como en el País Vasco (el vasquismo tiene más de flamenco o de irlandés o de croata en cuanto a motivaciones y el catalanismo -al menos, en estas últimas décadas- lo veo más como una versión caricaturesca, picaresca y degradada de las reivindicaciones de la Liga Nord -en clave casi de LAS AUTONOSUYAS-); el PP valenciano post/zaplanista parece emular a Pujol en su desafección de lo español y por razones aún más desfachatadas que los catalanes (un pujolismo fallero ya plenamente inmerso en el universo "autonosuyo"); en cuanto a Baleares, salvo que recuperen un mínimo de sentido común por aquello del turismo, están como Cataluña o peor.

    En Valencia, por tanto, no sé en qué acabará la deriva lingüística en la que parece haberse enredado el PP de Camps. Cataluña, con el imberbe Albert Rivera y la felona Alicia Sánchez Camacho, no parece tener arreglo (hasta un ultra curtido en el piñarismo y el populismo rumásico como Anglada ha decidido jugar la carta de Le Pen catalanista para mejor vender su moto xenófoba) salvo que la creciente comunidad islámica forofa del defuncionado Bin Laden sea lo más cercano a una oposición al rodillo catalanista.

    Como diría mi admirado Kurtz, EL HORROR, EL HORROR.

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