Memoria senil
Memoria senil
Los que se resisten a digerir la derrota de sus abuelos en la guerra civil y procuran por todos los medios, tanto políticos como periodísticos, reabrir sus heridas y desenterrar, en el mejor de los casos, la mitad de sus víctimas, acusan a los nietos de los vencedores de no haber digerido una derrota electoral que costó cerca de doscientos muertos y de “mirar hacia atrás con ira” a la matanza de Atocha de 2004. El hecho inmediato es que los que tanto empeño tenían en saber, ahora no quieren enterarse ni que se apuren responsabilidades cuando no pasa un día sin una averiguación sorprendente. Hace años, en un artículo en el que trataba de explicarme los sucesos de 1968 en París, de cuyo génesis intelectual estaba más o menos al corriente por razones de oficio, un médico madrileño, progresista represaliado y republicano nostálgico, me decía airado que aquello no había sido más que una espontánea explosión juvenil.
Insisto en que vivimos en una fase senil de la civilización, pues del mismo modo que el anciano recuerda con todo pormenor nimiedades de su niñez y en cambio no se acuerda de dónde se dejó olvidadas las gafas, nosotros nos dedicamos a desenterrar cadáveres que datan de tres cuartos de siglo y a echar tierra sobre los del pasado 11 de marzo.
Los que se resisten a digerir la derrota de sus abuelos en la guerra civil y procuran por todos los medios, tanto políticos como periodísticos, reabrir sus heridas y desenterrar, en el mejor de los casos, la mitad de sus víctimas, acusan a los nietos de los vencedores de no haber digerido una derrota electoral que costó cerca de doscientos muertos y de “mirar hacia atrás con ira” a la matanza de Atocha de 2004. El hecho inmediato es que los que tanto empeño tenían en saber, ahora no quieren enterarse ni que se apuren responsabilidades cuando no pasa un día sin una averiguación sorprendente. Hace años, en un artículo en el que trataba de explicarme los sucesos de 1968 en París, de cuyo génesis intelectual estaba más o menos al corriente por razones de oficio, un médico madrileño, progresista represaliado y republicano nostálgico, me decía airado que aquello no había sido más que una espontánea explosión juvenil.
Insisto en que vivimos en una fase senil de la civilización, pues del mismo modo que el anciano recuerda con todo pormenor nimiedades de su niñez y en cambio no se acuerda de dónde se dejó olvidadas las gafas, nosotros nos dedicamos a desenterrar cadáveres que datan de tres cuartos de siglo y a echar tierra sobre los del pasado 11 de marzo.
Tampoco está mal la expresión -no sé quién la dijo primero- de Memoria Histérica.
ResponderEliminarLo peor de todo, desde un punto de vista científico, es la falsedad. Hablar de todos los republicanos como luchadores por la democracia es una mentira tan gorda, que ofende por sí misma, sin más explicaciones. Es interesante un librito de Andres Trapiello sobre los intelectuales y la guerra civil, donde se ve la conciencia que tenían muchos "intelectuales de izquierda" de que no era así, de que no era una lucha entre democracia y totalitarismo. Que la república se acercaba ya a la tiranía soviética.
Lo peor desde el punto de vista ético es la intención, evidente, de agraviar. Y de revancha. Sobre todo cuando se usa la mentira, porque entonces es agraviar a toda costa, caiga quien caiga (y caen los hechos). Es provocación a gran escala.
Pero, para empezar, tenemos suficiente con "lo primero peor": los hechos reales, los documentos. Expresiones tales como "Revolución de Asturias", dichas con tono añorante de "revueltas populares por la libertad y la democracia", ofenden a la inteligencia. O mejor dicho, a la memoria.
También se olvida, cuando se habla de "la mitad de los españoles", que una de las mitades, la roja, tenía a su vez porciones que masacraron a otras porciones. Los grandísimos olvidados son los muertos de la izquierda por la propia izquierda.
Respecto al 11-M. Jamás se quitará de encima el Presidente Rodriguez la sombra de la matanza; pasará a la Historia como ya lo presenta gran parte de la prensa anglosajona: como el "Presidente gracias al terrorismo". Esto le pone de los nervios, pero el que se pica, ajos come. Y esto, sin apenas aportación del PP, que está muy flojito, muy "centrado". No tengo esperanza en que la verdad se acabe imponiendo. Pero algunas verdades sí que saldrán a la luz, supongo. Queda para rato.
Por cierto, Aquilino, me gustaría que pudieras venir a la presentación de Alzar el Vuelo, la antología de jóvenes poetas sevillanos que ha preparado Luna Borge, edita César Sastre, y en que salimos muchos de Númenor. Aunque de tarde en tarde, así nos vemos en estos saraos literarios. Es el 17 de mayo, a las 21:00, en la Feria del Libro de Sevilla.
Procuraré asistir el 17 a lo de la Feria del Libro. Ruego recordatorio. El día 5, a las 12 si no hay contraorden, se presenta en El Monte, c/ Laraña, un libro sobre la pintura española en el Hermitage de San Petersburgo, del que soy traductor.
ResponderEliminar