La ruptura dilucidada
17. ¡ Toma “Guernica”!
Creo no haber sido yo el primero en decir que el tristemente célebre Guernica de Picasso no es más que una adaptación con ánimo de lucro del cuadro, collage, cartón, cartel o como quiera llamarse con el que el artista pretendió sumarse al luto nacional por Ignacio Sánchez Mejías. El caso es que la fortuna de la obra no la hizo su factura, sino como es harto frecuente en el arte “de vanguardia”, su título, un título, un símbolo en el que se cifró y se cifra la moral de combate del bando vencido, como en el Alcázar de Toledo se cifró la de los vencedores. Cuando se cocinaba el cambio de aires, no hay que decir cuál de esos símbolos no era más que una reliquia del pasado, todo lo heroica que se quisiera, y cuál anunciaba la España que se avecinaba.
No me dejará mentir un vate, un profeta que por esta vez no confundía la realidad con el deseo. Hablo de Rafael Alberti y de un texto que ahora exhuman unos andaluces que tal vez sean de esos cinco mil que dizque votan a H. B. Dice así el desmelenado vate en un poema que tiene el prostático título de ¿No orinaste esta noche?: Se siente que en la noche,/ asesinatos de gobernadores,/ guardias civiles,/ secuestros de ministros,/ huelgas,/ amnistiados y vueltos a prender,/ torturas,/ órdenes apremiantes de extradiciones,/ comunicados, amenazas, anónimos,/ asaltos a los bancos…/ lentamente, hacia España,/ va avanzando el “Guernica”.
Creo no haber sido yo el primero en decir que el tristemente célebre Guernica de Picasso no es más que una adaptación con ánimo de lucro del cuadro, collage, cartón, cartel o como quiera llamarse con el que el artista pretendió sumarse al luto nacional por Ignacio Sánchez Mejías. El caso es que la fortuna de la obra no la hizo su factura, sino como es harto frecuente en el arte “de vanguardia”, su título, un título, un símbolo en el que se cifró y se cifra la moral de combate del bando vencido, como en el Alcázar de Toledo se cifró la de los vencedores. Cuando se cocinaba el cambio de aires, no hay que decir cuál de esos símbolos no era más que una reliquia del pasado, todo lo heroica que se quisiera, y cuál anunciaba la España que se avecinaba.
No me dejará mentir un vate, un profeta que por esta vez no confundía la realidad con el deseo. Hablo de Rafael Alberti y de un texto que ahora exhuman unos andaluces que tal vez sean de esos cinco mil que dizque votan a H. B. Dice así el desmelenado vate en un poema que tiene el prostático título de ¿No orinaste esta noche?: Se siente que en la noche,/ asesinatos de gobernadores,/ guardias civiles,/ secuestros de ministros,/ huelgas,/ amnistiados y vueltos a prender,/ torturas,/ órdenes apremiantes de extradiciones,/ comunicados, amenazas, anónimos,/ asaltos a los bancos…/ lentamente, hacia España,/ va avanzando el “Guernica”.
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