Misericordia


Hoy domingo 15 de abril, segundo Domingo de Pascua y Octava Pascual, es día consagrado por S. S. Juan Pablo II a la Divina Misericordia. Dos hijas mías son religiosas y pertenecen a una orden joven y pujante denominada Hijas del Amor Misericordioso, a las que llamo las Mansillas, para abreviar y en memoria de su difunto fundador, el P. Mansilla S.J., natural de Alcalá de los Gazules. Una de ellas me avisó que esta mañana a las ocho y media cantaban en una misa celebrada en Madrid que retransmitía Radio Nacional de España. Mi mujer, como suele hacer cada domingo que no llueva, se levantó de madrugada para irse al alucinante baratillo del Charco de la Pava y me dejó puesta la radio con la misa. Yo me volví a dormir, aunque no estoy demasiado seguro, y al oir los cánticos monjiles di en pensar, o en soñar, que ya había pasado a mejor vida y lo que oía era música celestial. Una urgencia fisiológica me sacó de mi engaño. Y es que, como dice Woody Allen, la diferencia entre estar muerto y estar dormido es que no hay que levantarse a orinar.

Comentarios

  1. Menos mal que el humor nos permite disimular. Emocionantísima entrada.

    ResponderEliminar
  2. Gracias por la entrada, divertida y emocionante.

    ResponderEliminar
  3. Este comentario ha sido eliminado por un administrador del blog.

    ResponderEliminar
  4. Soberbio, como de costumbre en tí.

    ResponderEliminar

Publicar un comentario

Entradas populares