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Más bien las de Pero Grullo. Los cantos de las sirenas (como las habilidades de Simón el Mago en su época, como la labia de Lerroux -antecedente conceptual de Federico en aquella mutación suya en la Barcelona de la transición- o la de Trevijano a mediados de los 90 dentro de aquel complot a varias bandas para dar boleta a Felipe y colocar a Aznar -complot en el que participó y luego se encargó de reventar Ansón vía EL PAIS, dentro de su habitual talante sinuoso, el mismo talante que nos lo lleva a encontrárnoslo de "asesor" del Follonero en la entrevista a Otegi: muy coherente, por cierto, estar un día de la manita con el ultrajacobino y archicentralista sponsor del dictador guineano Francisco Macías y años después en eso de Otegi para la cadena áulica de ZP-) tienen ese atractivo formal que, supongo, hace que funcionen. Lo importante, en estos tiempos anticrísticos, supongo, es el contexto: ¿Federico realmente defiende una España fuerte, hecha de valores, y no sólo de pulsiones plutólatras (ya dije bastante sobre el asunto en este comentario así que no redundaré), o se limita a hacer su habitual guiño demagógico alla destra (aparte de la visceralidad indiscutible que pueda tener contra el catalanismo -visceralidad que, supongo, aquel tiro en la rodilla de TERRA LLIURE acabó de fijar como la poción mágica de Obélix- pero más tipo ajuste de cuentas que dentro de un "proyecto sugestivo de vida en común" -si se me permite la expresión, tan oportuna en estos días de noviembre, y me da que tan poco grata para los neoliberales-). El que a escasos centímetros de esas rotundas verdades del porquero uno pueda linkear a sitios como éste demuestra la importancia del contexto en que se dicen las cosas (cosas que, insisto, mucha más gente ha podido pensar y/o decir desde contextos más nítidos y anteponiendo la palabra ESPAÑA a otras que creo son prioritarias para Federico como HAYEK, VON MISES, NEOCON, UNITED STATES OF AMERICA, REAGAN, PEDRO SCHWARTZ, BONOS BASURA, ECONOMIA DE CASINO, PEDRO JOTA o POSTMODERNIDAD (ese TODO VALE POSTMODERNO donde siempre tendrán más prioridad los usos y costumbres de "Alaska y Mario" que los de los "meapilas" como los habituales a esta bitácora -"meapilas": una de las palabras favoritas de Federico-).
ResponderEliminarTrevijano fue muy rotundo a mediados de los 90 con su verbo penibético (con algo de Caballero Bonald en su toque redicho) y me acuerdo que atraía en torno a sí a jóvenes ultras emocionados por su españolismo (republicanos o de izquierda -lo que él decía ser-, más bien poquitos). Ahora Federico, con esos palos al rey (palos de Pero Grullo, repito, que no pretenda sacar el copyright), parece retomar la misma tonada: ¿una III República centralista, presidencialista y de férreo bisturí, retomando las viejas pulsiones de su paisano Costa? Vale, perfecto, si alguien se lo cree de veras y no es una mera trampa dialéctica, esta vez, quizás para entronizar a un Berlusconi a la española (al menos, Trevijano, con sus tortuosas artes, coadyuvó a apear al priísmo sevillano y a colocar a Aznar -que, dentro de sus fallos, al menos tenía un proyecto para España más allá del puro medro y de la idiotez sectaria de los actuales- pero ¿en quién tiene en mente Federico cuando escribe estas porquerizas verdades -he ahí el quid-?).
Esto somos muchos los que lo pensamos.
ResponderEliminarEsto somos muchos los que lo pensamos.
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