El milagro de Empel



Fue un soldado del tercio cuando era
Oficio de españoles ver la muerte
Como un servicio mas de honra y de suerte,
Amiga del más bravo y compañera.

Cavaba para tumba la trinchera
Más que para salvarse, tierra inerte
Hecha para el descanso del más fuerte,
Siempre juntas la muerte y la bandera.

Encontró el cuadro, lo sacó del suelo,
Se arrodillaron todos bajo el cielo
De la noche de Holanda, oscura y fría.

Y no hubo novedad, de madrugada
Se heló la mar, y sobre el agua helada
Desfiló una vez más la Infantería.


(Soneto de LUIS LÓPEZ ANGLADA que tomo del cuaderno de bitácora Divagaciones de una marmota)

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