Curioso ese fascismo que se lanzan los unos a los otros. En realidad no es sino el primer episodio de la adopción del lenguaje terrorista por los demócratas.
El fascismo es un moro muerto para la crema (agria) de la intelectualidad. Llamar fascista a uno que en puridad no lo es y encima está ideológicamente cerca, es para la izquierda confortable algo más que un epíteto momentáneo, un dicterio hueco con el que entretener a la gente. Es un arma cargada de futuro. Si los socialdemócratas llaman marxistas-leninistas a los etarras, se les puede calentar la boca y colgarles a los muchachos de la goma dos (o del titadine) todas las monstruosidades que los “hermanos proletarios” han hecho, hacen y harán. Y luego, cuando conviniera, sería muy difícil lavarles la cara. Sin embargo, apellidarlos de fascistas es el primer paso en el programa de prelavado para hombres de paz, pues el fascismo cerró su ciclo hace mucho tiempo y así será más cómodo introducir a Arnaldo Ternera Chaos en la lavadora automática de “la Historia me absolverá”.
Ítem mas: magnífico artículo de H. Vázquez Rial ayer en Ideas de Libertad Digital. Muy instructivo.
¿De qué pasado? Un partido no debe tener futuro, no es un sujeto moral; los hombres, siendo portadores de valores eternos sí lo son -aunque no guste-, y mucho menos un partido nihilista puede hacer algo bueno para el pueblo. No se engañe nadi, no -dice J. Manrique.
Curioso ese fascismo que se lanzan los unos a los otros. En realidad no es sino el primer episodio de la adopción del lenguaje terrorista por los demócratas.
ResponderEliminarEl fascismo es un moro muerto para la crema (agria) de la intelectualidad.
ResponderEliminarLlamar fascista a uno que en puridad no lo es y encima está ideológicamente cerca, es para la izquierda confortable algo más que un epíteto momentáneo, un dicterio hueco con el que entretener a la gente. Es un arma cargada de futuro. Si los socialdemócratas llaman marxistas-leninistas a los etarras, se les puede calentar la boca y colgarles a los muchachos de la goma dos (o del titadine) todas las monstruosidades que los “hermanos proletarios” han hecho, hacen y harán. Y luego, cuando conviniera, sería muy difícil lavarles la cara. Sin embargo, apellidarlos de fascistas es el primer paso en el programa de prelavado para hombres de paz, pues el fascismo cerró su ciclo hace mucho tiempo y así será más cómodo introducir a Arnaldo Ternera Chaos en la lavadora automática de “la Historia me absolverá”.
Ítem mas: magnífico artículo de H. Vázquez Rial ayer en Ideas de Libertad Digital. Muy instructivo.
Molt ben.
ResponderEliminarMuy bueno lo de Vázquez Rial en L.D., pero en lo que al P.P. se refiere, mal puede tener un buen futuro un partido que reniega del pasado.
ResponderEliminar¿De qué pasado? Un partido no debe tener futuro, no es un sujeto moral; los hombres, siendo portadores de valores eternos sí lo son -aunque no guste-, y mucho menos un partido nihilista puede hacer algo bueno para el pueblo. No se engañe nadi, no -dice J. Manrique.
ResponderEliminarDonde dije futuro, diré presente. Los partidos políticos no son en efecto portadores de valores eternos, sino corredores de valores de cambio y bolsa.
ResponderEliminarEl pasado es para mí la única época en que alguien ha sido capaz de gobernar a los españoles. No digo nombres porque francamente no hace falta.
ResponderEliminarUsarcé es insuperable (y un grandísimo poeta).
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