Ni socialista ni liberal
Francisco: ni socialista ni liberal
Alberto Buela
En los primeros días de enero apareció un
artículo firmado por el teólogo brasileño de la teología de la liberación,
Leonardo Boff, hablando sobre el Papa Francisco y su concepción de la economía,
vinculándolo con el economista socialista húngaro Karl Polanyi (1896-1964).
En principio pensamos escribir algo pero, preferimos
guardar silencio, para no menear el asunto y así, la mentira a designio e interesada de Boff, muriera por su propio
peso.
Pero como nunca falta un buey corneta, apareció
en estos días el artículo de un periodista canadiense, haciéndose eco del artículo
de Boff y cantando loas a Polanyi y
haciendo aparecer a Francisco como su discípulo amado.
Si bien nosotros no somos “franciscólogos” como
hoy aparecen tantos, pero conocemos de
visu la trayectoria intelectual de Francisco, estamos obligados a afirmar
que la crítica del Papa al liberalismo y a la economía del capitalismo salvaje
no nace ni se apoya en el socialista Polanyi sino en el menos renombrado y más
telúrico nacionalista argentino, el cura Leonardo Castellani (1899-1981).
Francisco conoció y trató al “Chesterton del
castellano” según lo apodaron en España. Fue conmilitón de él por ser también
jesuita. Y castigado también como él por el superior de la orden. Hijo de
“gringos” como él. A Francisco lo rescata de su ostracismo en Córdoba para llevarlo
al arzobispado de Buenos Aires, el cardenal Antonio Quarracino, quien fue quien
rescató públicamente al cura Castellani.
La crítica al liberalismo capitalista de
Francisco encuentra su último fundamento en la realidad tal como es y como él
la ve. Pero, el antecedente que hay que tener en cuenta es la crítica de
Castellani, que es de donde se nutre Francisco.
Los trabajos de Jerónimo del Rey, tal uno de
sus pseudónimos, sobre el liberalismo son innúmeros y así en su inmensa
producción se suceden libros, artículos, folletos y conferencias. Sus críticas
están hechas desde todos los ángulos: filosófico, político, teológico,
económico, social y cultural.
La diferencia entre Castellani y Polanyi es
abismal. Mientras que el santafesino propone restaurare omnia in Christo el húngaro propone un socialismo
cristiano. Esto es, combatir al liberalismo capitalismo con pececitos colorados
nadando en agua bendita.
Leonardo Boff sabe esto y sabe de las graves
limitaciones del socialismo cristiano para combatir al capitalismo, pero usa la
figura de Polanyi para llevar agua a su molino: hoy los teólogos de la
liberación se quieren salvar con Francisco. El que no sabe es el mamarracho
canadiense (de apellido Rabilotta. Se presta para el versito) que quiere pegar
a Francisco con socialismo cristiano sin haber estudiado, mínimamente, los
pasos en la formación del Papa.
La periodista del diario La Nación de
Argentina, Elisabetta Piqué, una especie de viuda intelectual del Papa
Francisco, hoy 21/1/14 cuenta que “cuando
fue creado (el verbo correcto "designado") cardenal en febrero de 2001, prefirió
mandar arreglar el hábito de su predecesor el arzobispo Antonio Quarracino,
antes que degastar (el verbo correcto es "malgastar") unos 1000 euros para
mandarse hacer uno nuevo”.
Es que el principio de austeridad es el
fundamento último para poder combatir con éxito la sociedad de consumo, pues
como decía Hegel: el consumo es infinito.
Y la idea de vivir austeramente es lo que tiene
metido Francisco hasta el tuétano, y en esto Polanyi está pintado, está demás,
sobra. Esa austeridad raigal le viene de los gringos de sus padres que con una
mano atrás y otra adelante vinieron a la Argentina ante la imposibilidad de ser
plenamente hombres en Italia. Le viene del ideario de San Ignacio, Le viene, en
definitiva, de la figura emblemática para él: San Francisco de Asís.
Ex cursus
El escrito de Boff es tan jodido que termina
afirmando que “el Jesús histórico que actualiza Francisco, no tiene nada que
ver con el cristianismo proselitista”, cuando, por el contrario, la lucha real
y concreta de Francisco es, frente a la marea arrolladora del evangelismo en
sus distintas variantes, recuperar los fieles para la Iglesia.
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