Al final, uno acaba pensando si aquel veto municipal que le llevó a dar su charla sobre Foxá en la calle no sería una manera solapada y retorcidamente salomónica de promoción del susodicho. Porque, si la cosa iba en serio y con ganas de puñetear, el efecto boomerang no ha podido ser mayor.
¿Qué pensará de todo esto Julio Anguita, tan ajeno al actual y payasesco microcosmos de IU, y que tanto respeto mostró siempre por el estilo joseantoniano, de quien, cuando estaba al frente de aquello, gustaba de soltar citas a la primera de cambio?
Al final, uno acaba pensando si aquel veto municipal que le llevó a dar su charla sobre Foxá en la calle no sería una manera solapada y retorcidamente salomónica de promoción del susodicho. Porque, si la cosa iba en serio y con ganas de puñetear, el efecto boomerang no ha podido ser mayor.
ResponderEliminar¿Qué pensará de todo esto Julio Anguita, tan ajeno al actual y payasesco microcosmos de IU, y que tanto respeto mostró siempre por el estilo joseantoniano, de quien, cuando estaba al frente de aquello, gustaba de soltar citas a la primera de cambio?