Lo llevo diciendo desde hace años (y en este blog lo he sacado también varias veces a colación): China es la clave y, para Occidente, dar la espalda al Atlántico que una vez más se hunde como civilización (no digamos ya al "mierditerráneo"), y concentrarse en el extremo occidental, o sea, en el Pacífico. La Europa del futuro tendrá sentido mirando hacia el Este, con vocación eurasiática, bismarckiana, y así mirar a Vladivostok, o cruzando el charco, buscando "la flor de California", como diría el poeta.
La Europa que aspira a presidir ZP se define por sí misma con esta pretensión.
La paz china (país siempre más amigo de defenderse que de intervenir en los destinos ajenos) y el Pacífico: el corte de mangas que da el destino a las pretensiones insensatas del Nuevo Orden Mundial.
Personas que han viajado hace poco a dicha nación,me comentan que su desarrollo en todos los aspectos es impresionante.Y que en muchos aspectos nos dan tres vueltas a los europeos.
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ResponderEliminarLo llevo diciendo desde hace años (y en este blog lo he sacado también varias veces a colación): China es la clave y, para Occidente, dar la espalda al Atlántico que una vez más se hunde como civilización (no digamos ya al "mierditerráneo"), y concentrarse en el extremo occidental, o sea, en el Pacífico. La Europa del futuro tendrá sentido mirando hacia el Este, con vocación eurasiática, bismarckiana, y así mirar a Vladivostok, o cruzando el charco, buscando "la flor de California", como diría el poeta.
ResponderEliminarLa Europa que aspira a presidir ZP se define por sí misma con esta pretensión.
La paz china (país siempre más amigo de defenderse que de intervenir en los destinos ajenos) y el Pacífico: el corte de mangas que da el destino a las pretensiones insensatas del Nuevo Orden Mundial.
Personas que han viajado hace poco a dicha nación,me comentan que su desarrollo en todos los aspectos es impresionante.Y que en muchos aspectos nos dan tres vueltas a los europeos.
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