Siempre me ha parecido que la del 68 fue una revolución de pacotilla. Los sorbonitas vandálicos eran más bien niños de papá con necesidad caprichosa de sentirse héroes, sin arriesgar demasiado. Más bien una perrencha de inmaduros malcriados, muy bien aprovechada por la URSS. En cuanto a Internet, como vehículo casi invencible de la libertad, los fachirrojos le han cogido ojeriza. Detrás de todo giliprogre se esconde un Stalin enmascarado, lo que demuestra que su odio por la red de redes lo compartan con China, Cuba o Arabia Saudí.
Magistral.
ResponderEliminarSiempre me ha parecido que la del 68 fue una revolución de pacotilla. Los sorbonitas vandálicos eran más bien niños de papá con necesidad caprichosa de sentirse héroes, sin arriesgar demasiado. Más bien una perrencha de inmaduros malcriados, muy bien aprovechada por la URSS.
En cuanto a Internet, como vehículo casi invencible de la libertad, los fachirrojos le han cogido ojeriza. Detrás de todo giliprogre se esconde un Stalin enmascarado, lo que demuestra que su odio por la red de redes lo compartan con China, Cuba o Arabia Saudí.
Es muy bueno. La penúltima entrada de Pío Moa va también sobre izquierda y pensamiento. Está bien.
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