Periodismo independiente
En 1880, cuando el veterano periodista neoyorkino John Swinton (1829-1901) dejó la dirección de un diario de la ciudad, sus colegas le organizaron un banquete de homenaje, y a los postres alguien tuvo la ocurrencia de proponer un brindis por la "prensa independiente" al que Swinton respondió lo que sigue:
"Al día de la fecha en la historia del mundo no hay en América tal cosa como una prensa independiente. Ustedes lo saben tan bien como yo. No hay entre ustedes ni uno solo que se atreva a poner por escrito lo que honradamente opina, y el que lo haga sabe de antemano que nunca aparecerá en letra impresa. A mí se me paga todas las semanas para que me guarde mis opiniones al margen del periódico al que estoy vinculado. Otros de entre ustedes reciben remuneraciones semejantes por cosas semejantes, y aquél que sea tan tonto como para escribir lo que piensa de verdad, se verá en la calle buscándose otro empleo. Si yo dijera lo que de verdad pienso en una edición de mi periódico, antes de veinticuatro horas habría perdido el puesto.
El cometido de los periodistas es destruir la verdad, mentir descaradamente, pervertir, envilecer, hacer carantoñas a los pies de Mammón y vender a su país y a su especie por el pan de cada día. Si ustedes lo saben tan bien como yo, ¿a qué viene esta estupidez de brindar por una prensa independiente?
Somos los instrumentos y los vasallos de los ricos que están entre bastidores. Somos títeres y ellos mueven los hilos y bailamos. Nuestras facultades, nuestras posibilidades y nuestras vidas son propiedad de esos hombres. Somos prostitutas intelectuales."
"Al día de la fecha en la historia del mundo no hay en América tal cosa como una prensa independiente. Ustedes lo saben tan bien como yo. No hay entre ustedes ni uno solo que se atreva a poner por escrito lo que honradamente opina, y el que lo haga sabe de antemano que nunca aparecerá en letra impresa. A mí se me paga todas las semanas para que me guarde mis opiniones al margen del periódico al que estoy vinculado. Otros de entre ustedes reciben remuneraciones semejantes por cosas semejantes, y aquél que sea tan tonto como para escribir lo que piensa de verdad, se verá en la calle buscándose otro empleo. Si yo dijera lo que de verdad pienso en una edición de mi periódico, antes de veinticuatro horas habría perdido el puesto.
El cometido de los periodistas es destruir la verdad, mentir descaradamente, pervertir, envilecer, hacer carantoñas a los pies de Mammón y vender a su país y a su especie por el pan de cada día. Si ustedes lo saben tan bien como yo, ¿a qué viene esta estupidez de brindar por una prensa independiente?
Somos los instrumentos y los vasallos de los ricos que están entre bastidores. Somos títeres y ellos mueven los hilos y bailamos. Nuestras facultades, nuestras posibilidades y nuestras vidas son propiedad de esos hombres. Somos prostitutas intelectuales."
Entonces, ¡larga vida a internet y al fenómeno blog!
ResponderEliminar(Terrorífico. Espero que exagerara)
Estimado Aquilino, le escribo para contarle algo que no tiene nada que ver con lo arriba expuesto por usted.
ResponderEliminarVivo en un pueblo de la sierra sur de Sevilla y la otra tarde en la biblioteca entre un montón de libros que alguien había donado encontre dos revista de La Ilustración Liberal; el bibliotecario me dijo que podia quedármelas porque no las iba a registrar, me quedé con ellas y una vez en mi casa y repásandolas encontre un papel con su nombre y dirección, entonces me dí cuenta que las revistas han pertenecido a usted, me parece curiosa la anécdota y por eso se la comento, además yo siempre le leo en internet y me gustaría ponerme en contacto con usted a través de un correo eléctronico, Así que le dejo mi correo por si tiene a bién contestarme. Un saludo afectuoso.Manuel Real.
Como parece que no puedo dejar mi correo en el comentario , digamé como puedo ponerme en contacto con usted de forma privada, Gracias.
ResponderEliminarA Ultreia: Me puede escribir a aquilinoduque@hotmail.com
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