A carta cabal
https://angelpguerra.blogspot.com/2019/07/la-importancia-de-guardar-la-compostura.html
Hay días en que llegan artículos como éste, literalmente en alas del viento de poniente. Esto otro me llega desde la Montaña, remitido por Jesús Laínz:
Hay días en que llegan artículos como éste, literalmente en alas del viento de poniente. Esto otro me llega desde la Montaña, remitido por Jesús Laínz:
“No hagáis nunca caso de lo que la gente opina. La gente
es toda esa muchedumbre que os rodea –en vuestra casa, en la escuela,
en la Universidad, en la tertulia de amigos, en el Parlamento, en el
círculo, en los periódicos–. Fijaos y advertiréis
que esa gente no sabe nunca por qué dice lo que dice, no prueba sus
opiniones, juzga por pasión, no por razón.
Consecuencia de la anterior. No os dejéis jamás
contagiar por la opinión ajena. Procurad convenceros, huid de contagios.
El alma que piensa, siente y quiere por contagio es un alma vil, sin
vigor propio.
Decir de un hombre que tiene verdadero valor
moral o intelectual es una misma cosa con decir que en su modo de sentir
o de pensar se ha elevado sobre el sentir y el pensar vulgares. Por
esto es más difícil de comprender y, además, lo
que dice y hace choca con lo habitual. De antemano, pues, sabemos que
lo más valioso tendrá que parecernos, al primer momento, extraño,
difícil, insólito y hasta enojoso. En toda lucha
de ideas o de sentimientos, cuando veáis que de
una parte combaten muchos y de otra pocos, sospechad que la razón está
en estos últimos. Noblemente prestad vuestro auxilio a los que son menos
contra los que son más”.
(José Ortega y Gasset,
Para los niños españoles, 1928).
Comentarios
Publicar un comentario