Poesía en zona tórrida
ÁMAME CON CARIBES Y PANTERAS
Ámame con Caribes y panteras,
deja que Eros cumpla su destino,
ponle caña de azúcar al camino,
dale cuerpo al futuro que tú esperas.
La noche nos dará sus lunas fieras,
el abrazo tendrá sabor marino,
y la canela excitará el felino
que ronronea bajo las palmeras.
Inúndame de tropical ternura,
acércame tu aliento, tan caliente
que puede hacer arder la tierra entera.
Démosle rienda suelta a la bravura,
superemos la gloria del torrente
y que el gozo nos lleve donde quiera.
(Foja de poesía nº 359. Círculo de Poesía. Revista electrónica de poesía. México)
Datos vitales
Beatriz Villacañas (Toledo, 1964) es poetisa, ensayista y crítica literaria. Doctora en Filología y profesora de literatura inglesa e irlandesa en la Universidad Complutense de Madrid. Miembro correspondiente de la Real Academia de Bellas Artes y Ciencias Históricas de Toledo. Sus libros de poesía: Jazz (La Coruña 1991), Allegra Byron (Toledo 1993), El silencio está lleno de nombres, Toledo 1.996, Dublín ( León 2001), El Ángel y la Física ( Madrid 2005), La gravedad y la manzana (Madrid, 2011). Tiene en su haber importantes galardones literarios, entre ellos el Premio Internacional de Poesía “Ciudad de Toledo” (1995) y el Premio Primera Bienal Internacional de Poesía Eugenio de Nora (León, 2000). Figura en numerosas antologías de poesía nacionales e internacionales. Ha sido figura invitada en instituciones nacionales e internacionales, entre ellos Festival Internacional de Poesía de Dingle, Irlanda, Biblioteca Nacional de España y Casa de la Cultura de Morelia, México.
Ámame con Caribes y panteras,
deja que Eros cumpla su destino,
ponle caña de azúcar al camino,
dale cuerpo al futuro que tú esperas.
La noche nos dará sus lunas fieras,
el abrazo tendrá sabor marino,
y la canela excitará el felino
que ronronea bajo las palmeras.
Inúndame de tropical ternura,
acércame tu aliento, tan caliente
que puede hacer arder la tierra entera.
Démosle rienda suelta a la bravura,
superemos la gloria del torrente
y que el gozo nos lleve donde quiera.
(Foja de poesía nº 359. Círculo de Poesía. Revista electrónica de poesía. México)
Datos vitales
Beatriz Villacañas (Toledo, 1964) es poetisa, ensayista y crítica literaria. Doctora en Filología y profesora de literatura inglesa e irlandesa en la Universidad Complutense de Madrid. Miembro correspondiente de la Real Academia de Bellas Artes y Ciencias Históricas de Toledo. Sus libros de poesía: Jazz (La Coruña 1991), Allegra Byron (Toledo 1993), El silencio está lleno de nombres, Toledo 1.996, Dublín ( León 2001), El Ángel y la Física ( Madrid 2005), La gravedad y la manzana (Madrid, 2011). Tiene en su haber importantes galardones literarios, entre ellos el Premio Internacional de Poesía “Ciudad de Toledo” (1995) y el Premio Primera Bienal Internacional de Poesía Eugenio de Nora (León, 2000). Figura en numerosas antologías de poesía nacionales e internacionales. Ha sido figura invitada en instituciones nacionales e internacionales, entre ellos Festival Internacional de Poesía de Dingle, Irlanda, Biblioteca Nacional de España y Casa de la Cultura de Morelia, México.
Además de belleza en la palabra, la poetisa tiene belleza en el rostro.
ResponderEliminarDon Aquilino,
ResponderEliminarAsí ha quedado:
http://tradiciondigital.es/autor/aquilino-duque/
Los textos suyos que republicamos están en la seccion de Opinion Invitada:
http://tradiciondigital.es/seccion/opinion/opinion-invitada/
Estoy seguro de que sabe que en La Fiera Literaria ponen su novela La Rueda de Fuego entre las 100 mejores del siglo pasado:
http://tradiciondigital.es/2012/08/11/a-la-sombra-de-los-bestseller-en-flor-o-la-estafa-intelectual-de-la-novela-espanola-actual/
¿De verdad es tan buena? :) Tengo que leerla. He leído de su pluma Mano en Candela, de la que hice una reseña que es la primera que lista google cuando se hace una búsqueda con "mano en candela de aquilino duque". Quién me lo diría...
Si tiene tiempo, puede comentar si hubo algo mayor que se me escapara.
Es ese un blog abandonado. El nombre es espinosiano, obviamente.
Sobre el soneto en cuestión. A mi el calor me inhibe la libido, por los sudores. Prefiero un lecho caliente en ambiente fresco :) Pero el trópico es mucho más poético, ¡donde vamos a parar!
Que Dios guarde a Usted muchos años.