Tras la lectura de algunos de sus artículos, llego a la conclusión de que Don Aquilino es de esos personajes inclasificables en ideas o en las masas agazapadas bajo su sombra. Modificando el adagio evangélico para expresar lo dicho: "las ideas son para el hombre y no el hombre para las ideas". Les recomiendo del mismo autor: "El suicidio de Modernidad", "Crónicas extravagantes" y "El cansancio de ser libres". En la primera de las obras citadas ya avisa al lector, parafraseando una frase suya "a veces la historia da la razón a las izquierdas y en otras ocasiones a las derechas". Y es que la realidad es inclasificable en idea, tal como pretendían los marxistas al aplicar a la realidad su dialéctica histórica y como actualmente pretenden los liberales económicos venerando al todopoderoso mercado... Los primeros condenaron al hambre a la población rural rusa al negarles la propiedad privada de la tierra. Los segundos aun creen que el mercado es el seguro para la mejora del hombre, que libremente elige su opción; silenciando que las únicas opciones que propone están dirigidas al hedonismo puro y duro (¡ojalá el mercado sólo nos garantizara las necesidades materiales mínimas a toda la humanidad!). Y decir eso, querido Aquilino es no rendir pleitesía a ninguna ideología, sin la cual parece que una gran parte de la humanidad se sienta desnuda. Aquilino Duque es alguien incómodo para un mundo que sólo busca "partid-arios", personas que defienden o se ponen de acuerdo en ciertas ideas en un "partido". (Les recomiendo el libro de Michels: "Political Parties: A Sociological Study of the Oligarchical Tendencies of Modern Democracy", en archivo PDF en inglés, http://socserv2.socsci.mcmaster.ca/~econ/ugcm/3ll3/michels/polipart.pdf acerca de la incompatibilidad entre partidos políticos y democracia -claro, luego se le clasificó como fascista, también a Schmidt). Si leen también algún diálogo de la primera època de Platón -en los que Sócrates es el personaje principal-, verán como este autor se dirige a sus oponentes como sincero interlocutor -aunque irónico- para desentrañar esas ideas que guían nuestras acciones y nos llevan al error, sentenciando que ellas no son la misma persona. El diálogo debe establecerse entre opciones contrarias, la disputa de las palabras suple a la agresión física. Si no hay posibilidad de dialéctica, de enfrentamiento, sólo nos queda "la noche en la que todos los gatos son pardos" (Hegel), la pura indeterminación de una masa homogénea que pretende ser libre por poder comprar y consumir, construirse a sí misma desde sus "opciones" -interiorizadas mediante la publicidad-. Gracias por el artículo.
Perdón, les vuelvo a copiar los posibles enlaces al libro de Michels: http://socserv2.socsci.mcmaster.ca/~econ/ugcm/3ll3/michels/ http://socserv2.socsci.mcmaster.ca/~econ/ugcm/3ll3/michels/polipart.pdf Gracias.
El liberalismo actual la única solución que propugna es la intervención de Papá-Estado, es decir, el pago por parte de los contribuyentes. ¿Saben ustedes que el capital de rescate desembolsado por el Estado a los bancos supondría la entrega aproximada de 12.000€ a cada familia española? En cuanto a la doctrina social de la iglesia, uno de sus pilares es vivir en sobriedad y pobreza... el problema es que en la llamada "derecha" encontramos totum revolutum liberales, conservadores, demócratacristianos, etc etc y es difícil distinguir entre todos ellos. Por ejemplo, ¿el PP ilegalizaría el aborto?
no lo ilegalizo cuendo estuvo en el poder.el pp defiende los tres supùestos actuales,y no participa como partido en las manifestaciones contra el aborto como si lo hacen otros partidos.
Tras la lectura de algunos de sus artículos, llego a la conclusión de que Don Aquilino es de esos personajes inclasificables en ideas o en las masas agazapadas bajo su sombra.
ResponderEliminarModificando el adagio evangélico para expresar lo dicho: "las ideas son para el hombre y no el hombre para las ideas".
Les recomiendo del mismo autor: "El suicidio de Modernidad", "Crónicas extravagantes" y "El cansancio de ser libres". En la primera de las obras citadas ya avisa al lector, parafraseando una frase suya "a veces la historia da la razón a las izquierdas y en otras ocasiones a las derechas". Y es que la realidad es inclasificable en idea, tal como pretendían los marxistas al aplicar a la realidad su dialéctica histórica y como actualmente pretenden los liberales económicos venerando al todopoderoso mercado... Los primeros condenaron al hambre a la población rural rusa al negarles la propiedad privada de la tierra. Los segundos aun creen que el mercado es el seguro para la mejora del hombre, que libremente elige su opción; silenciando que las únicas opciones que propone están dirigidas al hedonismo puro y duro (¡ojalá el mercado sólo nos garantizara las necesidades materiales mínimas a toda la humanidad!).
Y decir eso, querido Aquilino es no rendir pleitesía a ninguna ideología, sin la cual parece que una gran parte de la humanidad se sienta desnuda.
Aquilino Duque es alguien incómodo para un mundo que sólo busca "partid-arios", personas que defienden o se ponen de acuerdo en ciertas ideas en un "partido". (Les recomiendo el libro de Michels: "Political Parties: A Sociological Study of the Oligarchical Tendencies of Modern Democracy", en archivo PDF en inglés, http://socserv2.socsci.mcmaster.ca/~econ/ugcm/3ll3/michels/polipart.pdf acerca de la incompatibilidad entre partidos políticos y democracia -claro, luego se le clasificó como fascista, también a Schmidt).
Si leen también algún diálogo de la primera època de Platón -en los que Sócrates es el personaje principal-, verán como este autor se dirige a sus oponentes como sincero interlocutor -aunque irónico- para desentrañar esas ideas que guían nuestras acciones y nos llevan al error, sentenciando que ellas no son la misma persona.
El diálogo debe establecerse entre opciones contrarias, la disputa de las palabras suple a la agresión física. Si no hay posibilidad de dialéctica, de enfrentamiento, sólo nos queda "la noche en la que todos los gatos son pardos" (Hegel), la pura indeterminación de una masa homogénea que pretende ser libre por poder comprar y consumir, construirse a sí misma desde sus "opciones" -interiorizadas mediante la publicidad-.
Gracias por el artículo.
Perdón, les vuelvo a copiar los posibles enlaces al libro de Michels:
ResponderEliminarhttp://socserv2.socsci.mcmaster.ca/~econ/ugcm/3ll3/michels/
http://socserv2.socsci.mcmaster.ca/~econ/ugcm/3ll3/michels/polipart.pdf
Gracias.
¿Qué soluciones ofrece el liberalismo para la crisis mundial actual?¿qúe diferencias hay entre la doctrina social de la iglesia y el liberalismo?
ResponderEliminarAquilino lo que te pasó es que cuando uno es joven es contrario a las ideas del sistema predominante.Luego uno va evolucionando.
ResponderEliminarEl liberalismo actual la única solución que propugna es la intervención de Papá-Estado, es decir, el pago por parte de los contribuyentes. ¿Saben ustedes que el capital de rescate desembolsado por el Estado a los bancos supondría la entrega aproximada de 12.000€ a cada familia española?
ResponderEliminarEn cuanto a la doctrina social de la iglesia, uno de sus pilares es vivir en sobriedad y pobreza... el problema es que en la llamada "derecha" encontramos totum revolutum liberales, conservadores, demócratacristianos, etc etc y es difícil distinguir entre todos ellos. Por ejemplo, ¿el PP ilegalizaría el aborto?
no lo ilegalizo cuendo estuvo en el poder.el pp defiende los tres supùestos actuales,y no participa como partido en las manifestaciones contra el aborto como si lo hacen otros partidos.
ResponderEliminarGenial el artículo, Aquilino. Lo suscribo punto por punto.
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