Especulación y xenofobia
El ALCALDE Y LA BIBLIOTECA UNIVERSITARIA
Señor Alcalde: Me permito mandarle esta carta en contestación a sus declaraciones hechas hace unos días en un medio de comunicación donde explicaba que aquellos que se oponen al emplazamiento de la biblioteca en el solar que Vd mismo le cedió a la Universidad sólo eran 50 vecinos, entre ellos unos cuantos forasteros que no entienden nada de esta ciudad… Si, para Vd, ser forastero es exigir a sus dirigentes que gobiernen con un mínimo de sensatez, mucho me temo que haya numerosos sevillanos de estirpe u originarios de otras regiones de España, que en estos momentos se sienten “forasteros” en esta nueva ciudad que Vd está reinventando. Lo que estos ciudadanos no están en absoluto dispuestos a admitir es que su Alcalde usurpe los espacios verdes de esta bella ciudad, como ocurre en el caso flagrante del Jardín del Prado, con el único fin de financiar las arcas municipales, creando así un precedente imborrable y peligrosamente imparable. Hay que reconocer que ha tenido ingenio político en inventar una nueva fórmula de financiación del Consistorio, muy sui generis y particularmente tentadora y eficaz en época de crisis: el Ayuntamiento hace suyo un “trocito” de un parque en pleno centro histórico protegido, lo intercambia con solares urbanizables propiedad de la Universidad y recauda de esta manera una copiosísima cantidad de dinero. El negocio no puede ser más rotundo, y todo, según Vd, en “interés” de los ciudadanos de Sevilla. Brillante. ¡Qué locura! Admita por lo menos que éste es el verdadero secreto por el cual se ha empecinado en ubicar la biblioteca universitaria dentro del Jardín del Prado en lugar de hacerlo en cualquier otro solar público de la ciudad que no hubiese generado esas plusvalías multimillonarias tan apetecibles para la Casa Grande. No hace falta ser forastero para entenderlo. La propia Justicia, a través del auto por el cual se levantó la suspensión cautelar de la obra, reconoce que en este conflicto los oponentes a la ubicación del edificio en dicho espacio verde luchan por el interés público y el Ayuntamiento y Universidad por un interés privado. El mundo al revés. Christine.
(Carta al director de ABC de Sevilla, 6 de septiembre de 2008)
Señor Alcalde: Me permito mandarle esta carta en contestación a sus declaraciones hechas hace unos días en un medio de comunicación donde explicaba que aquellos que se oponen al emplazamiento de la biblioteca en el solar que Vd mismo le cedió a la Universidad sólo eran 50 vecinos, entre ellos unos cuantos forasteros que no entienden nada de esta ciudad… Si, para Vd, ser forastero es exigir a sus dirigentes que gobiernen con un mínimo de sensatez, mucho me temo que haya numerosos sevillanos de estirpe u originarios de otras regiones de España, que en estos momentos se sienten “forasteros” en esta nueva ciudad que Vd está reinventando. Lo que estos ciudadanos no están en absoluto dispuestos a admitir es que su Alcalde usurpe los espacios verdes de esta bella ciudad, como ocurre en el caso flagrante del Jardín del Prado, con el único fin de financiar las arcas municipales, creando así un precedente imborrable y peligrosamente imparable. Hay que reconocer que ha tenido ingenio político en inventar una nueva fórmula de financiación del Consistorio, muy sui generis y particularmente tentadora y eficaz en época de crisis: el Ayuntamiento hace suyo un “trocito” de un parque en pleno centro histórico protegido, lo intercambia con solares urbanizables propiedad de la Universidad y recauda de esta manera una copiosísima cantidad de dinero. El negocio no puede ser más rotundo, y todo, según Vd, en “interés” de los ciudadanos de Sevilla. Brillante. ¡Qué locura! Admita por lo menos que éste es el verdadero secreto por el cual se ha empecinado en ubicar la biblioteca universitaria dentro del Jardín del Prado en lugar de hacerlo en cualquier otro solar público de la ciudad que no hubiese generado esas plusvalías multimillonarias tan apetecibles para la Casa Grande. No hace falta ser forastero para entenderlo. La propia Justicia, a través del auto por el cual se levantó la suspensión cautelar de la obra, reconoce que en este conflicto los oponentes a la ubicación del edificio en dicho espacio verde luchan por el interés público y el Ayuntamiento y Universidad por un interés privado. El mundo al revés. Christine.
(Carta al director de ABC de Sevilla, 6 de septiembre de 2008)
SI SE PUSIERA EL INTERÉS QUE SE PONE EN DEFENDER A ANIMALES Y PLANTAS,EN DEFENDER A LAS PERSONAS Y MAS A LOS MAS INOCENTES Y DEBILES .OTRO MUNDO SERIA POSIBLE.
ResponderEliminarCreo que cualquier ciudadano o ciudadana tiene derecho a opinar y manifestarse a favor o en contra sobre cualquier asunto politico,social y religioso ya que lo paga con sus impuestos.
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