Censura tribal y preconstitucional.
En un artículo mío publicado en la revista barcelonesa Destino, a comienzos de los años 70, el director suprimió las palabras que van entre paréntesis en la frase que se reproduce a continuación: No hagamos (la catalanada de caer en ) la andaluzada, que es la forma peor de la españolada.
Pues la dejó hecha unos zorros. A mí estos que meten las zarpas en los escritos ajenos creyéndose los mejores juntapalabras del mundo mundial me caen como una patada tras otra.
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